En 2025, el avance tecnológico continuará moldeando el panorama global, trayendo consigo oportunidades y desafíos sin precedentes en el ámbito de la seguridad informática. La creciente conectividad de dispositivos a través del Internet de las Cosas (IoT) y la adopción masiva de herramientas digitales generarán nuevas amenazas cibernéticas. A medida que la sociedad y las empresas se vuelvan más dependientes de estas tecnologías, la necesidad de estrategias innovadoras para proteger sistemas y datos será cada vez más urgente.